Hola de nuevo, acaban las vacaciones y volvemos a la carga con nuevos temas. Hoy os ofrezco un brunch muy interesante y lleno de diversión porque ¿qué actividad hay más divertida que jugar?
Quiero hablaros del juego en la infancia y de su importancia en el desarrollo motor, cognitivo, social y afectivo del niño/a. A veces damos por hecho que jugar no implica aprendizaje y que solo es una mera actividad lúdica y, en realidad, ésta es una afirmación que está muy lejos de la verdad. El juego es un catalizador de la comunicación con los demás, nos ayuda a observar y explorar la realidad que nos rodea y a establecer relaciones con los objetos. El juego nos permite conocer y comprender cómo es el mundo.
Gracias al juego en la infancia (periodo de mayor crecimiento y desarrollo) los niños desarrollan sus aptitudes físicas, su creatividad e imaginación, su capacidad intelectual así como sus habilidades sociales. Además, afianza su personalidad, ayuda en la transmisión de valores culturales y normas de conducta y, por último, y no por ello menos importante, disfrutan y se entretienen.
“El juego estimula el desarrollo…:
1. Motriz: Al jugar los niños corren, saltan, suben escaleras, pedalean, es decir, favorecen la motricidad gruesa y la motricidad fina.
2. Físico: Al jugar se promueve el crecimiento y el desarrollo de todas las partes de nuestro cuerpo, a la vez que las van controlando de forma más consciente. Adquieren medidas de higiene y protección de peligros, así como una mayor autonomía en alimentarse, asearse, vestirse, etc.
3. Cognitivo: Los niños a la hora de jugar observan, exploran, manipulan objetos, imaginan, les ayuda a pensar desde distintos puntos de vista, a resolver los problemas de una manera eficaz, a reflexionar antes de actuar, a autocontrolarse, etc. Los juegos favorecen el aprender a aprender, el aprendizaje por descubrimiento y el aprendizaje funcional.
4. Afectivo: Con el juego los niños expresan sus necesidades y sentimientos, se afirma su personalidad, se consolida el autoconcepto, la autoconfianza en sí mismo, favorece la empatía en la representaciones de roles, etc.
5. Psicológico: Favorece los procesos psicológicos básicos, la autorrealización, la capacidad de tomar decisiones y el crecimiento interior. Contribuye a preparar a los niños para adaptarse y afrontar los problemas y los cambios que se producen a lo largo de su vida.
6. Sociológico: El juego es esencial para integrar a los niños en la vida social. A través del juego se interactúa con niños y adultos, se representan situaciones reales que potencian el respeto a los demás, la cooperación, la conservación de costumbres y tradiciones propias de la cultura a la que se pertenece.
7. Lingüístico: El juego favorece la adquisición del lenguaje, ya que continuamente se expresa de forma oral esas imaginaciones o sentimientos que le sugieren a los niños cuando están jugando. “
(Guía educativa sobre el juego y el juguete, GOBIERNO DE ARAGÓN)